Cercana a la frontera con Bélgica, al norte de Francia, un hermoso lugar nos depara una visita llena de encanto. Es la ciudad de Lille, en la región Norte-Paso de Calais, donde se mezclan la historia y la modernidad, el arte y la cultura.
Una urbe eminentemente industrial, que sin embargo posee un bonito entorno en el centro mismo de la ciudad cuyo nombre es Vieux Lille, lugar donde el turismo se concentra por encontrarse allí las atracciones más importantes que posee.
Vieux Lille y sus calles históricas
Caminando sus calles hallaremos el edificio de La Bolsa, de fastuosa ornamentación y muy lujoso, que funciona en la actualidad como un mercadillo donde pueden comprarse diversos artículos que van desde flores hasta libros.
El Teatro de la Ópera, construido a finales del siglo XVIII, luce una bonita fachada donde se combina ladrillo y piedra, adornado con una importante ornamentación.
Si continuamos nuestro recorrido por Vieux Lille podremos conocer el campanario del Ayuntamiento y la Cámara de Comercio, dos edificios de corte elegante y ornamentados con lujo y esplendor.
Museos de Lille
El Museo de Bellas Artes de la ciudad realiza exposiciones de pintura, tapicería y hasta cerámica, destacándose dentro de sus colecciones los pintores flamencos y obras de Monet y Corot. A disposición del público el museo también posee una pequeña biblioteca muy interesante.
El Museo de L’Hospice Comtesse nos deja conocer cómo era una casa flamenca del siglo VIII.
Para los amantes del arte contemporáneo, el Museo Palais des Beaux-Arts alberga obras de Picasso y Donatello, mientras que en las afueras de la ciudad el LaM – Museo de Arte Moderno, Contemporáneo y Art Brut expone piezas de Modigliani, Dubuffet y muchos más.
Iglesias y monumentos de Lille
La hermosa iglesia de St. Maurice es un bello ejemplar del estilo gótico que, sin lugar a dudas, vale la pena visitar.
Entre los monumentos que se destacan puede visitarse la Ciudadela, con forma de estrella, que fuera construida por Vauban, quien la bautizó originalmente con el nombre de “la reina de las ciudadelas”, desde donde se tiene una magnífica vista de toda la ciudad.
En el Palais Rihour funciona hoy la Oficina de Turismo de la ciudad. De neta arquitectura gótica, es el sitio ideal para iniciar la recorrida en la calle Salle de Gardes.
La Catedral de Notre-Dame-de-la-Treille, con su sorprendente fachada moderna, es otro de los imprescindibles de la ciudad.
Plazas y barrios con encanto
Siguiendo por la calle Palais Rihour hallaremos la Grand Place, sitio donde naciera Charles de Gaulle. Esta plaza es uno de los lugares donde se desarrolla la mayor parte de la vida de la ciudad en lo que se refiere a distracciones, ya que se encuentran aquí diversidad de terrazas y bares.
A uno de los lados de la plaza se encuentra el barrio La Vieille Bourse, formado por un grupo de pequeñas casas de estilo barroco, y del otro lado la Place du Théâtre, que hospeda edificios como el de la Ópera y la Cámara de Comercio de la ciudad.
Gastronomía en Lille
Lille se caracteriza por sus estrechas calles con bellos edificios y gran cantidad de pequeños comercios, como el bonito restaurante L’Huîtrière de exquisito estilo art-decó y la antigua pastelería Meert, con una decoración muy particular y que invita a degustar sus incomparables chocolates.
De su culinaria regional se destacan los mejillones, guisados y sus famosos patés, acompañados por deliciosos vinos locales.
Para quienes gustan de una buena bebida, la cervecería Les 3 Brasseurs enseña cómo es el proceso de fabricación de su tradicional cerveza, pudiéndose además degustarla.
El Lille moderno: Euralille
El barrio más joven de Lille lleva el nombre de Euralille. Nacido en los años 80, nos presenta diversas obras arquitectónicas como el Grand Palais, el Centre Euralille y el famoso Museo Palais des Beaux-Arts, que posee obras de Picasso y Donatello entre otros artistas famosos.
Ya en la zona de los boulevares de Euralille se encuentran los hoteles y también teatros, así como la bella Maison Coilliot, una construcción que asombra por los materiales con los que fue realizada. También en esta área de la ciudad se encuentra el Hotel de Ville, con una torre de cien metros de altura que ha sido declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad.
Tecnología y transporte
Lille fue precursora en cuanto a adelantos tecnológicos, ya que posee un moderno metro, el primero sin conductor que existió en Europa. A través de él se puede llegar en poco tiempo a lugares como Roubaix y visitar La Piscine – Musée d’Art et d’Industrie.
Qué ver en Lille además de lo esencial
Además de todos los monumentos y espacios mencionados, Lille ofrece otros rincones y experiencias imperdibles:
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El Jardin Vauban, un parque romántico ideal para pasear y relajarse.
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El Marché de Wazemmes, uno de los mercados más animados y coloridos de Francia.
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Los festejos de la Braderie de Lille, el mercadillo más grande de Europa, que se celebra cada septiembre y atrae a miles de visitantes.
Una ciudad encantadora
Una ciudad encantadora para ser recorrida en su totalidad, ya que cada rincón tiene algo para ofrecer a sus visitantes.