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Palacio de Versalles

El palacio de Versalles, está ubicado la ciudad que le dio su nombre a este espectacular castillo, siendo una de las ciudades más impactantes de toda Francia, está ubicada a sólo 25 kilómetros al suroeste de París, y tiene uno de los monumentos más bellos de este país, este edificio es sin lugar a dudas  uno de los lugares más espectaculares que se desarrolló durante la monarquía del Rey Sol, convirtiéndose en una de la joyas de la corona de Francia.

El Palacio fue mandando a construir con el objetivo de llevar toda la corte de Luis XIV para este lugar, que había sido construido sobre un pabellón de caza que había sido construido por el padre de esta monarca, el objetivo era una demostración del derecho divino monárquico, quería que se construyera una digna Residencia real que pudiera demostrar la omnipotencia de este reino.

La renovación del edificio y la expansión comenzó en 1661 pero tan pronto como el Rey Sol se casó, traslado a su esposa y a toda la corte a Versalles, cuatro años después, las primeras celebraciones del aniversario de la coronación mostraron tal esplendor de este castillo que se volvió un tema de conversación frecuente en toda Europa.

Fuente: foto

Barrios a la orilla sur del Sena

En París existen cientos de barrios bonitos y tradicionales y cada uno de ellos cuenta con un atractivo especial en la orilla sur del Sena existen dos que vale la pena visitar ambos poseen antiguas historias que los hacen aún más apasionantes de conocer.

El barrio del Jardín des Plantes, lleva ese nombre debido a que en 1626 los médicos Jean Hérouard y Guy de la Brosse que atendían a Luis XIII, obtuvieron la autorización para realizar allí un “jardín real de hierbas medicinales” que se encontraba justo en el poblado de Saint Víctor.

Fue así que tanto ese jardín de hierbas como los otros que pertenecían a conventos cercanos le otorgaron a esta zona un carácter de tipo rural. Posteriormente, en el siglo XIX toda la región sufrió una gran expansión y el área del jardín de hierbas se urbanizó. Luego,  de manera progresiva y por el avance de la modernidad fue tomando el aspecto que tiene hoy.

Podremos ver allí un sitio residencial muy bonito con construcciones que datan del siglo XIX y principios del XX que se mezclan con edificaciones más antiguas y otras de construcción posterior. Destacándose la zona donde se encuentra el Coliseo de Lutecia, que fuera usado como cementerio en el siglo IV, el instituto Musulmán con un hermoso patio inspirado en la Alhambra y la famosa calle Mouffetar cuyos comerciantes colocan sus productos al aire libre.

El barrio Latino, por su parte,   es otro de los tradicionales lugares en esta zona del Sena, pegado al río siempre estuvo dominado por la Sorbona y le debe su nombre precisamente a los primeros estudiantes que estuvieron allí y hablaban latín.

Esta es una zona a la que siempre se la asoció con intelectuales, artistas y bohemios, además de tener un pasado histórico muy politizado.

Hoy presenta en su parte oriental una vista elegante donde viven personas de alto nivel económico. Pueden visitarse aquí el Museo de Cluny donde se exponene colecciones de arte medieval, la iglesia de St-Séverin, con su hermoso estilo gótico brillante cuya construcción comenzara en el siglo XII, y también se encuentra aquí la Iglesia de S. Julien-le-Pauvre, además de variados cafés, tiendas de ropa y libros.

Una visita especial merece el Panthéon, construido por Luis XV en 1764, con una fachada que fue inspirada en el famoso Panteón de Roma, en donde se sepultaron los grandes de Francia.

Además,  el barrio Latino se destaca por ser una zona que cuenta con excelentes restaurantes donde puede degustarse a buen precio los exquisitos platos de la culinaria francesa más típica.

Foto: Fuente France Travel Photos

El Castillo de Ferrières

El castillo de Ferrières, localizado en la ciudad de Ferrières en Brie a unos 30 kilómetros al este de París. Fue construido por Joshep Paxton por encargo de Jame de Rothschild. Su edificación tuvo comienzos en 1853 y fue terminado en 1861, siendo sin lugar a dudas una de las obras de mayor significado del Segundo Imperio.

Rodeado por un bello parque hoy alberga un museo en el segundo piso llamado “El museo de lo Imaginario”, consta de siete salas de las cuales seis son dedicadas a la pintura y una a la escultura. Además cada sala está dedicada a un artista en particular.

Los artistas que trabajan para estas salas del museo lo hacen al estilo de los antiguos maestros de arte y realizan una producción de tipo confidencial que consta de hasta quince obras por año.

Todo el trabajo realizado aquí es comprado luego tanto por coleccionistas como por mecenas, todo esto implica un interés particular por este museo cuyo fin es dar a conocer esta manera de arte a la que denominan “Realismo Fantástico”. El hecho de atribuirle a cada artista una sala fue con la idea de que expongan sus obras durante un tiempo allí antes de incorporarlas al sistema comercial tanto en salones como en galerías de arte.

La ventaja de un estilo de exposición hecho de esta maner, es la de otorgarle al museo una evolución constante que permite visitas sucesivas sin repetir las mismas obras. Siendo este sitio una vidriera del Arte Fantástico dirigido por un tipo de asociación que no persigue ningún fin de lucro ya que no se permiten las transacciones comerciales dentro del recinto del castillo

Todo el funcionamiento del museo puede realizarse gracias a la participación del Rectorado de las Universidades de París y de la Fundación Marie-Hélène y Guy de Rothschild.

Un museo que realmente vale la pena visitar sobre todo es especial para los amantes de las obras de arte.

Foto: Fuente All Free Photos

mente vale la pena visitar, sobre todo es especial para los amantes de la pintura y escultura.

Sena y Marne, Castillo de Fontainebleau

Siguiendo nuestro viaje por la región de Sena y Marne, visitaremos el espléndido Castillo de Fontainebleau, que fuera descripto por Napoleón como “Obra de siglos, morada de reyes”.

Sus orígenes arquitectónicamente hablando son la adecuación de un castillo construido en el siglo XII por Luis VIII.

El Fontainebleau fue en su época uno de los mayores conjuntos arquitectónicos de Francia y durante siglos los reyes de este país  levantaron en él galerías, pabellones, jardines y escalinatas, además de una obra del año  1568 llamada Aile de la Belle Cheminée. El rey Luis IX también agregó al edificio una cantidad de dependencias siendo de allí en más su residencia.

Puede decirse que es un palacio con belleza y misterio que lo asemeja al de los cuentos de infancia, donde se destaca la evolución del  arte francés a lo largo de los años, desde la época medieval hasta la esplendorosa corte de Napoleón.

Con el devenir de la historia llegaron años de olvido para este majestuoso castillo hasta que Francisco I un monarca poderoso y entusiasta de las letras y las artes, decidió transformar el Fontainebleau en un palacio lujoso.

Fue así que fastuosos proyectos,  reuniendo a los mejores artistas franceses e italianos de la época,  transformaron el castillo en una lujosa y elegante residencia real.

Fueron edificados edificios en torno al Patio Oval y al de la Fuente con una gran galería que se levantó para guardar una bella decoración de pinturas.

Sin mbargo, los tiempos volvieron a hacerse difíciles para Francia llegando los últimos años del siglo XVI, sobre todo por las guerras religiosas, donde el Palacio no recibió demasiada atención.

Así, pasado ese tiempo de controversias el Castillo experimentó su segunda época de gloria, en manos del rey Enrique IV que realizó más construcciones para embellecer tanto el palacio como los jardines que lo rodeaban.

Posteriormente en el siglo XVII Luis XIII levantó la escalinata que tiene forma de herradura justo frente a la entrada principal, Luis XIV le agregó apartamentos para  alojar a los cortesanos y Luis XV en el siglo XVIII decoró las habitaciones más pequeñas con el estilo de moda en esa época que era el rococó.

Posteriormente Napoleón I también modificó y mejoró el palacio dándole una mayor imágen lujosa.

El Palacio de Fontainebleau posee en la actualidad cinco patios el del Caballo Blanco, el de la Fuente, donde hay un estanque con peces, el Patio Oval, el de los Oficios y a su lado el Patio de los Príncipes, donde se encuentran las habitaciones que ocuparan María Antonieta y también Napoleón .

En su interior puede admirarse gran cantidad de salas, siendo una de las más importante el Salón del Trono de Napoleón, la Sala de Baile, el Salón de Juegos, el Tocador de María Antonieta y la Capilla de la Trinidad . Guardando además importantes pinturas del Renacimiento, con obras de artistas franceses e italianos.

El Castillo de Fontainbleau es un sitio de una majestuosa belleza pero apacible y armonioso a la vez y un lugar incomparable para disfrutar en nuestra visita a Sena y Marne.

Foto: Fuente Flickr

Sena y Marné

Al este de la región de la Isla de Francia se encuentra Sena y Marné un extenso territorio predominantemente agrícola, compuesto por 535 municipios que además cuenta con un magnífico patrimonio tanto cultural como arquitectónico y que brinda la posibilidad de conocer lugares excepcionales.

El viajero hallará aquí bellezas naturales como el Bosque de Fontainebleau, un sitio ideal para quienes desean realizar actividades al aire libre rodeados de bellos paisajes, pudiendo disfrutar también de sus bonitos parques y jardines .

Castillos suntuosos como el de Fontainebleau una verdadera joya que representa el arte francés en toda su magnitud y se encuentra perfectamente conservado o  el Castillo de Vaux de Vicompte, una magnífica obra del siglo XVII que sirviera de inspiración para la posterior construcción del Palacio de Versalles.

Pueblos medievales encantadores como Provins  declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, totalmente rodeado de murallas albergando una ciudad medieval colmada de historias con bellas mansiones y monumentos y Moret Sur Loing pintoresca ciudad que se encuentra junto al bosque de Fontainebleau, con un casco histórico rico en arte y cultura guardando tesoros de altísimo valor.

Visita ineludible será también la de la ciudad de Brie Comte Robert, que fuera la antigua capital de Brie, donde el tiempo parece haberse detenido en el siglo XII,  contando su historia a través de monumentos como su fantástico Castillo feudal rodeado de fosos y protegido por altas torres que custiodian también la iglesia gótica de Saint Étienne.

El hermoso Valle de Grand Morin es otro de los atractivos que esta región ofrece,  belleza y naturaleza que sirvió de inspiración a gran cantidad de artistas del siglo XIX como por ejemplo Van Gogh.

Y para los que viajan en familia el famoso parque de atracciones Disneyland París que espera a todos en Marné la Vallée.

Cada lugar de esta región tiene un encanto especial y recorrerla será revivir la historia, tradiciones y costumbres de antiguas poblaciones de Francia.

Lugares a visitar

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