La independencia de Francia, también llamada revolución francesa fue un conflicto social y político interno que se vivió en 1789 y que termino por abolir la monarquía en este país europeo, siendo además uno de los movimientos que más inspiraría la consolidación de todas las naciones en occidente, por los principios que se instauraron en este lugar del mundo, este proceso se inició con la autoproclamación del tercer Estado como Asamblea Nacional y termino con el golpe de estado de Napoleón en 1799.
Este periodo es uno de los más complejos para analizar ya que en muy pocos años este país pasó por varios sistemas políticos comenzando en la Monarquía, para después pasar a la república para finalizar en un imperio, si bien la idea era permanecer en una actividad democrática en donde el pueblo tuviera participación en las decisiones políticas el golpe de estado de Napoleón le quito todos los derechos que se habían tomado posteriores a la autoproclamación del tercer estado.
Si bien este proceso marcó el final sangriento de la nobleza francesa, después del imperio regresaron al trono los reyes, hasta que en 1848 el rey Luis Felipe I de Francia fuera derrocado para así comenzar el proceso de la segunda república.
Qué fue la Revolución francesa?
Sin lugar a dudas la Revolución Francesa cambió la estructura social y política de ese país y pese a los numerosos intentos por volver al antiguo régimen nada volvió a ser igual ya que se trató de un movimiento político, social e ideológico que se inició con la “Toma de la Bastilla” el 14 de julio de 1789 culminando con la coronación de Napoleón Bonaparte como emperador el 2 de diciembre de 1804.
Pero, qué fue la Revolución Francesa? Para responder esta pregunta podemos comenzar por nombrar a los protagonistas de esta gesta que fueron los partidarios del “antiguo régimen” y sus opositores, contrarios a un sistema político, económico y social que como característica principal tenía a la denominada monarquía absoluta donde la sociedad se dividía en sectores privilegiados y no privilegiados.
Fue precisamente la Revolución francesa la que puso fin al feudalismo, absolutismo y también a la servidumbres y los privilegios de los que disfrutaban la nobleza y el clero.
Los lemas que inmortalizaron a la Revolución francesa fueron “libertad, igualdad y fraternidad” y se trató de un acontecimiento que junto a la Revolución industrial marcó el comienzo de una época muy importante de la historia de Europa que fue conocido como la Edad Contemporánea.
Causas de la Revolución francesa
Es importante conocer las principales causas que llevaron a la Revolución francesa y entre ellas destacan:
1 – Arbitrariedades del absolutismo monárquico que oprimía a sus súbditos.
2 – Desigualdad social sobre todo por las fuertes cargas de impuestos y tributos que mayormente recaían sobre los campesinos.
3 – Descontento de los sectores que incluían a los intelectuales que se quejaban de la falta de derechos y libertades.
4 – Una crisis económica y también financiera que había en Francia con grandes gastos por parte de la Corona que causaban un déficit presupuestario importante.
5 – Aspiraciones de la burguesía en ascenso que quería que su posición económica tuviera una correspondencia con su situación social y también con sus derechos políticos.
Consecuencias de la Revolución francesa
Entre las consecuencias más importantes de la Revolución francesa destacan:
1 – Fin de un sistema feudal con la eliminación de las servidumbres, pago de tributos y privilegios del clero y la nobleza.
2 – Declaración de nuevos derechos individuales de donde surge la libertad, igualdad ante la ley y abolición de la esclavitud.
3 – La supresión de una monarquía absoluta y el establecimiento de un sistema republicano donde destacan la división de poderes, elección de funcionarios por parte del pueblo y una limitación en la duración en los cargos públicos.
4 – Ascenso de una burguesía que se transformaría en el grupo social predominante en Francia.
La Etapa Republicana
La etapa republicana en Francia se inicia con la abolición de la monarquía, en 1792, y se extiende hasta 1804.
La Convención en 1792 se conformó como un nuevo organismo y fue esta asamblea la que decidió ejecutar al rey Luis XVI en la guillotina, un acto que simbolizó el fin de la monarquía.
En 1795 se sanciona una Constitución, que crea un Poder Ejecutivo de cinco miembros llamado Directorio pero para terminar con una gran inestabilidad, en 1799, Napoleón Bonaparte encabeza un golpe de Estado que derroca al Directorio, un acontecimiento que para muchos historiadores fue el episodio que marca el fin de la Revolución francesa.