Francia

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Boulogne Billancourt, el museo de los años 30

París no deja de sorprender a sus visitantes, ya sea con sus históricos monumentos, tanto civiles como religiosos, su noche encantadora,  parques,  paseos y también con una diversidad de museos.

Hoy visitaremos el Musée des Annés Trente (el Museo de los años treinta) un sitio especializado en todo tipo de objetos tanto artísticos como industriales pertenecientes a la década del 30.

El museo se encuentra el el barrio Boulogne-Billancourt un suburbio al oeste de París.

Los años 30, que son recordados en las muestras de este museo, fueron para este barrio una época brillante en el ámbito industrial y también en el cultural.

Hasta allí llegaban infinidad de artistas, arquitectos, pintores, cineastas y escultores que eran atraídos en primer término por los bajos precios de las tierras y en segundo lugar por los talleres de arte muy accesibles, que siguen siendo hoy un punto de atracción para nuevos artistas.

Aquí pueden hallarse obras de diseñadores como Jacques Emile Ruhlmann y Jules Leleu y de arquitectos como Le Corbusier, André Lucart y Auguste Perret entre otros.

Este museo cuenta con tres mil metros cuadrados de espacio para exposiciones donde se presentan más de ochocientas pintura, quinientas esculturas y cerca de veinte mil dibujos.

También, existen en la muestra muebles, carteles, cerámicas y documentos originales de la época de los años 30.

Es un recorrido que se encuentra dentro de un paseo peatonal donde puede ver tanto arquitectura exterior de arquitectos como Mallet Stevens y Le Corbusier como de famosos personajes que han habitado el lugar como es el caso de André Malraux.

Un lugar excelente para descubrir el arte, los diseños y la arquitectura de esa época,  ideal para los amantes del llamado turismo cultural, un museo que debe estar sin lugar a dudas dentro del recorrido de la bella París.

Foto: Fuente Annies Music

Marly-le-roi, París

Pasear por París puede ser una aventura encantadora, conociendo sus calles, monumentos históricos y religiosos, parques y museos, una forma de conocer y entender la idiosincrasia de un pueblo con mucho charme.

Si hay algo que en París puede encontrarse son museos, los hay de todo tipo y para todos los gustos. Así hallamos en el parque de Marly, el famoso Museo-Paseo con una propuesta diferente la de descubrir el pasado a través de colecciones de arte, ciencias, técnica y arqueología.

Entre las invenciones más fantásticas, funcionaba aquí la máquina de Marly la primera de una serie de construcciones diseñadas para llevar agua desde el Sena hasta Versalles y así poder alimentar la gran cantidad de estanques y fuentes que se encuentran en el parque que rodea el Palacio.

Para lograr este objetivo debía elevarse el agua a unos 160 metros sobre el nivel del Sena, lo que se pensaba lograr por medio de varias subidas sucesivas hasta llegar al depósito llamado Marly, que posee una altura que supera a Versalles en 33 metros. Además, de este complicado diseño, aún había que atravesar dos montículos que se encontraban situados en la ribera del río y que medían en media un metro.

Toda esta gran instalación fue diseñada por el Liégeois Rennequin Sualem, y estaba formada por catorce ruedas hidráulicas de un diámetro de 12 metros , instaladas en el Sena.

Las ruedas tenían como trabajo accionar 221 bombas que cumplían la función de aspirar por un lado y expulsar el agua de una forma equilibrad para poder equiparar la energía de las 14 ruedas.

Esta obra monumental comenzó a realizarse en 1681 y terminaron en 1684 y esta gran maquinaria de avanzada para la época fue inaugurada por Luis XIV.

Port Marly también se hizo conocido porque aquí Alejandro Dumas mandó construir un castillo al que llamó Monte Cristo, con fastuoso lujo decoró y amuebló la mansión y vivía allí con gran lujo una vida de pleno derroche, manteniendo además a todos sus hijos, las madres de ésto y también a varias amantes.

París, Saint Germain des Pres

Recorrer París es encontrarse con barrios, plazas e iglesias tan bonitos y pintorescos como llenos de historia y cultura.

Visitaremos entonces el mítico barrio, la plaza y la iglesia de Saint Germain des Pres, lugares tradicionales de esta hermosa ciudad francesa.

La plaza de Saint Germain des Pres se creó y habilitó como una posibilidad de ingresar a la iglesia que se encuentra justo frente a ella, cambiando así el antiguo paisaje de empedradas calles medievales por una moderna zona peatonal.

Justo en la esquina del boulevard Saint Germain se encuentra la antigua y famosa cafetería de los Deux Magots un lugar prestigioso frecuentado por intelectuales de todas las épocas como Sartre.

Vale la pena  tomarse un café en un sitio con tanta historia y admirar su entorno, para después visitar la iglesia de Saint Germain des Pres, la más antigua de París, que abre sus puertas todos los días desde las 8 de la mañana.

Esta hermosa iglesia fue construida en el año 558 y consagrada por el arzobispo de París Monseñor Germain, quemada en el siglo IX por los vikingos, totalmente reconstruida por el abad Morard y luego ampliada en 1163 por el Papa Alejandro III, es una perfecta muestra de la arquitectura de la época.

Con la Revolución Francesa fue  transformada en una prisión y posteriormente en un depósito de pólvora y municiones, lo que generó  un tragedia cuando una explosión casi la destruye por completo.

Rodeando la iglesia hallaremos el barrio Saint Germain des Pres, un lugar de intelectuales ya que residen en la zona escritores, políticos y artistas que le han dado fama a las cafeterías que frecuentan como el Café de Flore, Café des Deux Magots y el Brasserie Lipp.

Disfrutar de un paseo por sus tranquilas calles donde encontraremos  hoteles que funcionan en edificios del siglo XVII, como también anticuarios, boutiques lujosas y varias editoriales.

Este es un barrio que por las noches suele animarse bastante sobre todo ponen el toque colorido sus bares, cafeterías y terrazas.

Foto: Fuente Roberto Zucco

Disneyland París, un viaje fantástico

Para quienes visitan París, además de disfrutar de sus monumentos históricos, plazas y museos existe un paseo fantástico a un reino lleno de magia y fantasía que deslumbrará a los más pequeños pero que también lo hará con los mayores, se trata de Disneyland París.

Este bello lugar se encuentra a sólo 32 kilómetros de París, en la localidad de Marne la valle, y en un área de 2000 hectáreas donde se puede disfrutar de un parque temático, un pueblo en medio del bosque, bares, tiendas, un campo de golf y hasta hoteles, además del hermoso Festival Disney.

El parque temático es un mundo de cuentos y fantasías, para disfrutar de nuevas y diferentes emociones en el mundo de Disney.

Al igual que en otros lugares del mundo donde existe los parques de Disney, éste está dividido en cinco países temáticos y en todos ellos existen atracciones, espectáculos, tiendas y restaurantes, siendo que el pasaporte permite a los visitantes el acceso ilimitado a todos ellos.

  • Main Street, U.S.A: Un viaje en el tiempo donde se es protagonista de una animación que  lleva hasta una ciudad de Estados Unidos de principios del siglo XX, donde hay  tiendas, galerías, carruajes tirados por caballos, tranvías, terrazas y restaurantes, además de bellos automóviles de época. También se puede disfrutar de un desfile Parade Disney y ver  hermosas carrozas recorriendo las calles, todas ellas  animadas llevando famosos personajes de Disney.
  • Frontierland: Este parque temático ofrece un panorama del oeste americano, donde pueden verse vaqueros, indios, caballos y típicas cantinas de la época. El viaje muestra los buscadores de oro en una ciudad de Oeste. Se realiza una travesía en barco a vapor para entrar al típico paisaje de Frontierland. Aquí se puede viajar en un tren que entra a una mina abandonada, vivir aventuras, emociones y peligros en la Casa Phantom Manor que es habitada por fantasmas y espíritus.
  • Adventureland: Selvas del África y el Asia, esperan a sus visitantes es  nada más llegar cerca del Bazar de las Mil y Una Noches y se dará comienzo a la fantasía. Un vertiginoso viaje por la famosa Indiana Jones y el Templo del Peligro. Aventuras y mucha adrenalina en este viaje, para llegar luego a la Cabaña de Robinson el hogar de los famosos náufragos y para los que buscan mayores emociones la gran atracción “Los Piratas del Caribe”, tesoros ocultos, leyendas y abordajes.
  • Fantasyland: Aquí se ingresa al mundo de los cuentos de niños que se hacen realidad. Un mundo de princesas, hadas y todos los míticos personajes de Walt Disney. Así podremos ver el Castillo de la Bella Durmiente, montar a Dumbo y hacer un apasionante vuelo, convertirse en Pinocho y en Gulliver, viajar al mundo de Alicia en el país de las Maravillas  y encontrarse con Blancanieves y los siete enanitos.
  • Discoveryland: Lleva a sus visitantes al futuro, un mundo de astronautas y adelantos tecnológicos, donde se encuentra la Space Mountain, una atracción excelente e impresionante, meteoritos, estrellas y la luna. Un simulador de vuelos llamado Star Tours, que recrea la famosa película de la Guerra de las Galaxias. Luego se pasa al Visionarium, donde el viaje en el tiempo lleva a la tierra de los dinosaurios, las batallas medievales y al París de principios del siglo XX.

Disneyland París dispone además de todos los  parques temáticos,  otras diversiones como el Festival Disney donde se encuentran los bares, restaurantes y tiendas. También un espectáculo imperdible como el Buffalo Bill’s Wild West Show una magnífica cena espectáculo al mejor estilo del oeste.

Y además de toda esta diversión se puede disfrutar de una amplia variedad de actividades como gimnasios, bicicletas, pistas de patinaje sobre hielo (en el invierno) salas de jacuzzi, saunas y baños turcos y un sin fin de actividades que harán el disfrute de toda la familia.

Para pasar momentos inolvidables, vivir aventuras, pasear por el mundo de la fantasía, hacer un viaje al pasado y al futuro, todo aquí es mágico vale la pena conocerlo y disfrutarlo al máximo.

Paris, conociendo el Pont Neuf

El Pont Neuf (Puente Nuevo) lo hallaremos en la hermosa ciudad de París, con más exactitud en la Isla de la Ciudad, a la cual éste cruza de un lado al otro, pudiéndose contemplar desde allí una magnífica vista del Río Sena.

Este magnífico puente es, a pesar de su nombre, el más antiguo de París y el primero en ser construido en piedra para cruzar el Sena. Por esta razón se le ha otorgado el título de “monumento histórico”.

El hecho de haberse levantado en el sitio donde se encuentra fue debido a la necesidad de tener un paso para cruzar a la Ile de la Cité de París. Al construirse el puente se dejaron de lado otros dos de madera que eran muy inestables.

El Pont Neuf comenzó a ser construido en 1578, por orden de Enrique III y Catalina de Médicis fue la encargada de colocar la primera piedra de la obra. La construcción culminó recién en 1607 debido a varias guerras civiles que existieron en esa época y que no permitían la continuación de las obras.

De ahí viene su nombre de Puente Nuevo ya que en esa época fue su inauguración formal siendo el único en su tipo.

Esta hermosa construcción posee 232 metros de longitud y tiene cinco arcos que se alternan con gruesas columnas, todas ellas adornadas con máscaras de estilo grotesco.

A lo largo de su extensa historia ha sido testigo y también protagonista de diversos acontecimientos de algunos artistas como por ejemplo en 1994 un diseñador lo cubrió de flores en su totalidad.

El puente puede ser visitado ya sea cruzándolo a pie, lo que además proporciona una hermosa vista del lugar,  o pasando por debajo de él en uno de las típicas embarcacones que navegan el Sena.

El Pont Neuf, es sin duda uno de los puentes más bonitos de Europa y es además, todo un símbolo de esta hermosa ciudad.

Foto:Fuente Autor Neto

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