Francia

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Bellos paisajes en la zona del Lot

La zona del Lot se encuentra al suroeste de Francia, hermosos paisajes que se entrelazan a senderos que parecen jamás tener fin hasta descubrir lugares increíbles.

Puede disfrutarse aquí del turismo tanto rural como cultural ya que ambos se encuentran bien representados por la arquitectura y el marco natural que rodea los palacios, pueblos y castillos que se encuentran entre las montañas.

Sus valles son bonitos jardines verdes que nos muestran magníficos castillos ubicados en  lo alto de los acantilados, variados monumentos y poblados que han sido declarados como Patrimonio Mundial, por la Unesco.

Da gusto recorrer sus bonitos y pintorescos pueblos como Figeac y Cahors que guardan arte e historia de tiempos remotos.

Podremos visitar St-Cirq-Lapopie, Cazals, Bretenoux y Castelnau-Montratier, como también los magníficos santuarios de Rocamadour.

Gran cantidad de castillos existen en toda la región del Lot uno realmente hermoso es el de La Pannoniera, que fuera construido sobre los restos de un granero.

En la mayoría es posible ingresar y ver su interior en detalle, realmente una maravilla, ya que nos permite revivir, aunque sea por unas horas, como era la vida dentro de un castillo hace trescientos años atrás.

Las cuevas de toda esta zona son otro motivo de atracción, como también la gran cantidad de fauna y flora que la habitan.

Las cuevas se encuentran entre las montañas, como el famoso precipicio de Padirac, una cueva natural que tiene apertura sobre una meseta de tipo calcárea.

Toda la región es ideal para la práctica de senderismo, como también para hacer recorridos a pie o en bicicleta.

Existen algunas excursiones que hacen rutas muy interesantes, donde un guía relata los acontecimientos más importantes que ocurrieron en cada sitio visitado.

También pueden visitarse castillos y disfrutar de la hospitalidad de los habitantes de estos puebos, que ofrecen buena gastronomía regional, así como alojamiento a muy buen precio.

Bagnères de Luchon

Saint-Bertrand-de-Cominges, a sólo una hora y media de Toulouse nos sorprende con sus bonitos paisajes y su pueblo pintoresco con su antigua catedral, rodeado de restos romanos y murallas.

Se dice que Bagnères de Luchon fue fundada por Pompeyo y que en ella vivió el mítico Herodes.

Bagnères de Luchon, un típico pueblo de montaña donde se puede disfrutar del aire puro, aguas termales excelentes, bellos paisajes nevados y por supuesto esquiar.

Los paisajes que rodean el poblado son un deleite para la vista, lagos, arroyos y cascadas, lugares para practicar kayak, equitación, parapente, además de campos de golf y canchas de tenis.

Esta pequeña ciudad lo tiene todo para que sus visitantes disfruten de una estadía perfecta y no es sólo esquí, también pueden hacerse paseos en raquetas, escalada, piragüismo, senderismo y ciclismo de montaña. Muchas personas también llegan a Bagnères de Luchon para disfrutar de sus magníficas aguas termales.

Los aficionados al esquí tienen la posibilidad de acceder de forma directa desde Bagnères de Luchon a las pistas de la estación de Superbagnères en telecabina.

Esta estación se encuentra en el Valle de la Pique a unos mil ochocientos metros de altitud entre los picos nevados de los Pirineos.

Lo perfecto de este destino es que pueden ensamblarse la práctica de deportes con el relax y el tiempo de pasarlo entre amigos o en familia en un ambiente relajado y tranquilo, degustando su deliciosa gastronomía con platos típicos y tradicionales tanto de la cocina montañesa como internacional.

La capacidad de esta estación de esquí es de catorce mil personas por hora, además cuenta con una escuela de esquí para quienes desean iniciarse en este deporte.

Bagnères de Luchon un lugar para estar en contacto con la naturaleza, disfrutar de todo tipo de actividades y pasar unos días inolvidables.

Foto: Fuente Photos Linternaute

Mini crucero por el Canal du Midi

Hemos hablado en otros post de las bellezas del Canal du Midi hoy realizaremos un mini crucero que nos llevará navegando por esas aguas y disfrutando de toda su belleza, bonitos paisajes y poblados medievales y castillos nos esperan en esta excursión diferente.

Al dejar de ser una ruta comercial el Canal du Midi se transformó en una alternativa netamente turística dando diversas posibilidades a los visitantes para conocer sus obras de arte sumada a un paisaje encantador.

Embarcaciones de poco porte realizan bonitos y románticos viajes recorriendo el Canal du Midi, las hay con un sólo camarote y también algunas de mayor tamaño y pueden llegar a tener 4 camarotes, además de un pequeño salón, una cocina y una terraza para disfrutar desde allí el paisaje.

Durante el recorrido se hacen diferentes paradas, para conocer algunas de las bodegas de la región y degustar sus exquisitos vinos.  También podrán degustarse platillos excelentes de su culinaria local, en alguno de los bonitos restaurantes de la zona.

Por otra parte, existen en las rutas algunas playas en las que puede disfrutarse de un día de sol y mar.

Diferentes pueblos aparecen en el recorrido como la ciudad medieval de Carcassonne, con sus hermosas torres y calles de empedrado, Narbonne Toulousse con sus bellos monumentos góticos y romanos, hasta llegar a la laguna de Thau donde el canal acaba y se une con el Mar Mediterráneo.

Todas las vistas desde el Canal du Midi son muy bellas y permiten tomar fotografías excelentes.

Este mini crucero por el Canal du Midi puede realizarse desde Narbonne, Castelnaudary y  desde Port Cassafiere o  Carcassonne. Son varias las empresas que los hacen y están disponibles durante todo el año.

En la actualidad este tipo de mini crucero de unos días recorriendo el Canal se ha vuelto un viaje muy procurado sobre todo como alternativa de escapada romántica y también,  como una manera diferente de realizar turismo conociendo los encantos de distintos lugares en varios días de navegación.

Foto: Fuente Commons Wiki Media

El Canal du Midi

Con unos 240 kilómetros de extensión que van desde Mardeillan hasta Toulouse el Canal du Midi representa una gran parte del turismo fluvial de Francia. En su vasto recorrido regala a sus visitante diversas obras de arte que han sido levantadas en sus orillas.

Por todas estas razones ha sido declarado en el año 1996 Patrimonio de la Humanidad. Este bello canal se encuentra al sur de Francia en la región del Mediodía Francés y la unión del río Garona con el Mar Mediterráneo, permitiendo la navegación desde el Mediterráneo hasta su llegada al Atlántico.

En épocas antiguas ya había sido pensado por grandes figuras como Nerón, Carlo Magno y Enrique IV y fue hecho realidad por Luis XIV entre los años 1666 y 1681, como una forma de custodiar los barcos y mercaderías transportadas ya que todo este tráfico se realizaría dentro de los límites del país, sin pasar por el Estrecho de Gibraltar.

En su construcción trabajaron más de diez mil obreros y fue inaugurado oficialmente en 1681. Sin embargo, los constantes cambios en la economía de la zona sumados a la llegada del tren y las carreteras le pusieron freno al desarrollo económico del canal y un siglo después se lo destinó para uso exclusivo del turismo.

En la actualidad no es el comercio sino el turismo la actividad más desarrollada en el canal, a través de distintos barcos que llevando visitantes pasean por su cauce siendo también utilizado por los aficionados al remo.

Son muy populares las actividades como patinaje, cicloturismo y hasta senderismo que se llevan a cabo a lo largo de toda su extensión.

Es bonito ver como muchas barcas antiguas fueron transformadas y convertidas en salas de espectáculos, comercios, salones de exposiciones y hasta viviendas.

Entre las obras que fueron construidas a todo lo largo del canal se encuentran el puente del Canal sobre el Orb, el túne de Malpas y las exclusas de Fonséranes y Castelnaudary.

Para el desarrollo del turismo también se implementaron varios barcos-restaurantes que recorren la zona, ampliando además la oferta de restaurantes y atrayendo así mayor cantidad de visitantes que buscan revivir la época de oro de este hermoso sitio.

Un paseo que vale la pena realizar, rodeado de bellos paisajes y obras de arte magníficas.

Foto: Fuente French hotel barge

No te debes perder

Cordes sur Ciel

Francia es una ciudad hermosa que recibe cada año miles de visitantes,  que vienen a ella a conocer sus diversas atracciones, ya sea en las grandes ciudades como París o en los pequeños y encantadores pueblos medievales con majestuosos castillos y bellos paisaje que los rodean.

Esas pequeñas poblaciones pueden hallarse en toda Francia pero en el Valle de Loira, la Costa Azul o los Pirineos es donde más pueblos medievales encontraremos, ideales para una de esas escapadas románticas disfrutando de un fin de semana diferente.

Cordes sur Ciel, es una pequeña ciudad cerca de Toulouse, famosa porque en ella han vivido gran cantidad de artistas que han dejado plasmado algo de su arte en este pueblo medieval.

Desde su plaza principal nacen calles estrechas y empedradas que bajan por la colina, con un bello marco de palacios estilo gótico del siglo XIII, entre ellos el palacio llamado La Maison du Grand Fauconnier donde pueden verse colecciones de arte tradicional de Cordes además de las obras del artista Yves Brayer.

Los enamorados encontrarán un bello marco,  para una caminata romántica, en los Jardines del Paraíso un sitio donde la naturaleza y el verde del entorno hacen una combinación perfecta con detalles medievales mezclados con orientales y contemporáneos.

Para admirar todo su arte se han creado en la ciudad cinco museos:

  • El Museo de Arte Moderno y Contemporáneo: Un lugar excelente que cuenta con cuatro salas una la Yves Brayer, dedicada a este gran pintor figurativo del siglo pasado. La sala Verdet con obras de este artista y otras contemporáneas. La Sala de Baskine/Meunier con una exposición de obras de estos dos artistas y el Salón de los Bordados.
  • El Museo de Arte e Historia de Carlos Portal: Donde pueden verse objetos encontrados en excavaciones, además de información histórica de la ciudad para un mejor conocimiento de los visitantes.
  • El Museo de Arte del Azúcar: Increíbles artesanías hechas en azúcar que sorprenden por su belleza y el acabado perfecto que poseen las piezas
  • Arts & Crafts: Artistas y artesanos han encontrado una fuente de inspiración inagotable en Cordes dejando en sus muros todo su arte, además de los talleres donde pueden verse a muchos artistas trabajando y creando sus obras.

Una visita a los viñedos de Gaillac que se encuentran en el bosque de Grésigne ofrece bellos paisajes para quienes son aficionados a la fotografía.

Restaurantes y pequeños hoteles encantadores reciben a los turistas que desean pasar unos días diferentes en este maravilloso lugar.

Su gastronomía es también admirable por la sencillez de sus platos tradicionales que a la vez los hace exquisitos e interesantes por mezclarse con la culinaria moderna, además de su repostería inigualable.

Cordes sur Ciel una verdadera joya histórica digna de ser visitada, conocida y admirada.

Foto: Fuente Eostis

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