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Elisa, Autor en Francia
Francia

Author - Elisa

Ver Colmar en Francia

verano en francia

Siguiendo con nuestro recorrido por la bonita Alsacia, llegamos a la ciudad de Colmar que al igual que Estrasburgo nos recibe con su bella edificación tradicional con casas de entramado de madera y claros colores.

Colmar es sin lugar a dudas la capital del vino alsaciano y dependiendo desde donde se realice, esta ciudad puede ser el inicio o el fin de la famosa Ruta de los vinos de Alsacia. Alsacia es famosa por sus vinos blancos, y Colmar es un excelente lugar para probarlos. Visita una bodega local o participa en una degustación de vinos para descubrir los sabores únicos de la región.

A pesar del paso del tiempo y las guerras la ciudad conserva intacto su patrimonio histórico y cultural y esto podemos apreciarlo al caminar por su casco histórico donde nos sorprenderán bellas construcciones de edificios de estilo Renacentista y Gótico Alemán. Así conoceremos la llamada Casa de las Cabezas con sus más de 150 grotescas caras esculpidas en su fachada.

La casa Pfister, la Aduana y el Antiguo Cuerpo de Guarda, son testimonio de un estilo Renacentista Renano que sobrevivió en el tiempo.

Las iglesias ocupan en la ciudad un lugar importante entre ellas se destacan por su belleza la de la Colegiata de Saint Martin, la iglesia de los Dominicos y la de Saint Mattieu.

Entre los Museos de la ciudad se puede visitar el Museo Unterlinden que se encuentra dentro del Convento Dominico, allí hallaremos magníficas colecciones tanto de pinturas como de esculturas. También te puede interesar el Museo del Juguete, que ofrece una fascinante colección de juguetes antiguos.

Atravesando el casco antiguo se encuentran los barrios de Curtidores y Pescadores, comúnmente llamados como la “la pequeña Venecia”, debido a la cantidad de canales que los atraviesan. Todo enmarcado con bonitas casas que en primavera y verano llenan de flores sus balcones.

Un escenario que se asemeja al de los cuentos de niños, leyendas y tradiciones por doquier, Colmar es una de las más bellas ciudades de Francia un lugar que sin lugar a dudas se debe visitar en el próximo viaje a Alsacia.

Fuente Foto: Flickr

Grenoble

Si viajamos al sureste de Francia una ciudad que podemos visitar es Grenoble, en la región de Ródano Alpes, poblado conocido como la capital de los Alpes Franceses.

Conocida como la capital de los Alpes Franceses, la ciudad de Grenoble se encuentra ubicada al sureste de Francia.

Es la capital del departamento de Isère y la segunda en importancia después de Lyon, sobre todo por poseer un gran centro científico y tecnológico que la ha hecho conocida en el resto de Europa.

Grenoble cuenta además,  con un importante patrimonio histórico y cultural con sitios magníficos para visitar, como el Museo de Bellas Artes, el más importante de Europa, que se encuentra situado en la plaza de Lavalette. Donde se exhibe  una magnífica colección de pinturas, destacándose obras tanto de arte antiguo como moderno y contemporáneo, abarcando artistas de renombre como Francisco de Zurbarán, Rubens, Henri Matisse, Paul Gauguin y Andy Warhol, entre otros.

Inaugurado en 1934 la ciudad cuenta con un teleférico urbano que brinda la posibilidad a los turistas de ver toda la ciudad desde lo alto así como tener una panorámica de sus edificios más característicos e importantes. Un paseo ideal para hacerlo también de noche donde el espectáculo es increíblemente bello cuando toda la ciudad se encuentra iluminada.

Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad es el World Trade Center, sede de la economía y que se levanta en una arquitectura peculiar hecha de acero, hormigón y vidrio.

Con un original diseño realizado por el arquitecto Noiray Fumet, el Parking Helicoidal de Grenoble, data de 1932 y responde íntegramente al estilo de la época denominado como Art Deco. Se encuentra formado por 225 plazas que distribuidas, entre rampas en forma de espiral con un total de siete plantas.

Una antigua fortaleza llamada La Bastilla custodia la ciudad la ciudad  y a la que es posible llegar por medio del teleférico que se encuentra en el centro urbano.

Grenoble es también muy conocida en la región,  por poseer variadas estaciones de esquí ubicadas en los alrededores.

Se distingue además,  por ser  una ciudad muy ligada a los deportes albergando unos 350 clubes deportivos que a su vez ofrecen 65 disciplinas distintas para practicar, como los dedicadas a deportes de alpinismo, escalada y de montaña.

Con una historia que de más de dos mil años,  vivió su período de mayor expansión económico durante el transcurso de los siglos XIX y XX, siendo en 1968 la sede de los X Juegos Olímpicos de Invierno.

Hoy se distingue como un importante centro tecnológico y científico y posee lugares que son reconocidos a nivel nacional como su magnífico Museo.

La ciudad se encuentra custodiada por una antigua fortaleza defensiva llamada La Bastilla que se encuentra a más de cuatrocientos metros de altura y a la que puede llegarse por medio del Teleférico que se encuentra en el centro urbano.

Una historia muy antigua es difundida hasta hoy y conocida como el Día de los azulejos, cuando en una jornada  de manifestaciones y disturbios protagonizados por el pueblo,  sus habitantes tiraban azulejos a los soldados al enterarse de la disolución del Parlamento de la provincia del Delfinado, tal como se llamaba entonces, orden dada por el rey Luís XVI. Estos desórdenes son considerados además, como el preámbulo de la Revolución Francesa.

Hoy, la ciudad es muy conocida por poseer variadas estaciones de esquí ubicadas en sus  alrededores.

Se distingue también como una ciudad muy ligada a los deportes y posee aproximadamente unos 350 clubes deportivos que a su vez disponen de 65 disciplinas distintas, como los dedicados a deportes de alpinismo, escalada y de montaña.

Teatros, cines y museos, son algunas de las opciones de entretenimiento con las que cuenta la ciudad destacándose además del Museo Grenoble, el Internacional de Pintura.

Bellos parques y jardines invitan a un largo y tranquilo paseo, disfrutando de su moderna arquitectura. Y en su casco antiguo edificios como la iglesia de Saint Laurent o la Catedral de Notre Dame, conviven con monasterios antiguos como el de los Cartujos.

Tomar el teleférico que llega hasta el Fort de Bastille, puede resultar un paseo agradable para quienes gustan de tomar fotografías, ya que desde lo alto se tiene una vista excelente de la ciudad y de los alrededores.

Grenoble es una ciudad que conjuga deportes, parques nacionales, castillos y imponente  fortaleza. Muy cerca de Italia y Suiza sus paisajes enamoran a los visitantes que pueden disfrutar de ella tanto en verano como en invierno.

Semana Santa en Francia

Para quienes ya están pensando en tomarse un descanso y hacer un viaje en los próximos días, existen excelentes opciones para disfrutar de Semana Santa en Francia, desde visitar París, la ciudad del amor, la luz y la moda, hasta descubrir la pequeña Lourdes, uno de los lugares más destacados del peregrinaje.

Veamos entonces algunas alternativas por demás tentadoras para pasar Semana Santa en Francia y por qué no? Vivir en primera persona el “Pâques” uno de los grandes acontecimientos del país galo y que los niños adoran porque tiene que ver con los deliciosos huevos de pascua.

Cómo se celebra la semana Santa en Francia

La Semana Santa, o “Semaine Sainte” en francés, es la semana previa a la celebración de la Pascua cristiana. Durante esta semana, los cristianos conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. En Francia, al igual que en muchos otros países de tradición cristiana, la Semana Santa es una época importante y se llevan a cabo diversas celebraciones religiosas y eventos culturales.

En algunas regiones de Francia, especialmente en comunidades con fuertes tradiciones católicas, se realizan procesiones y representaciones teatrales que narran la historia de la Pasión. Las iglesias suelen organizar servicios especiales, como la celebración del Viernes Santo y la Vigilia Pascual.

Además de las actividades religiosas, la Semana Santa también puede ser un momento para vacaciones y reuniones familiares en Francia. Las personas pueden participar en actividades recreativas y disfrutar de la gastronomía típica de esta temporada.

Lourdes, la pequeña ciudad de montaña

Lourdes es una excelente alternativa para quienes buscan evadirse de lo cotidiano y descubrir un lugar de espiritualidad a las orillas del Gave de Pau. Visitar por ejemplo la gruta de Massabielle, donde la Virgen Marie se apareció a Bernadette Soubirous en 1858.

Esta gruta conocida como Santuarios Notre-Dame de Lourdes, está abierto todos los días del año y para muchos es un retiro espiritual para reponer fuerzas, una vuelta a los orígenes. Pero también un paseo por el centro de Lourdes permite disfrutar del ambiente de esta pequeña ciudad que tiene un castillo donde funciona hoy el Museo Pirináico o llegar hasta el mirador con una maravillosa vista de 360° sobre toda la villa.

Y para quienes quieren realizar actividades al aire libre pueden disfrutar de la naturaleza practicando BTT, pesca o un paseo en canoa-piragua y practicar golf, además de recorrer la “Ruta del Jubileo” en cuatro etapas destacándose la última con una visita a la capilla del hospicio donde Bernadette iba a la escuela para aprender a leer y a escribir.

París, un destino clásico que siempre se renueva

Otra posibilidad en Semana Santa es visitar la maravillosa ciudad de París con sus clásicos monumentos y lugares como el Jardín des Tuileries, el Museo de l´Orangerie o el Museo de Orsay.

De noche, París ofrece espectaculos maravillosos como el Arco del Triunfo con sus mágicas vistas panorámicas del Sagrado Corazón, la Torre Eiffel o los Campos Elíseos.

Existen también tours y paseos descubriendo los barrios más populares de París, como Le Marais o visitar el famoso Museo del Louvre, comer algo en el restaurante Les Chouettes y hacer compras en el mercado de Les Enfants Rouges y descubrir la preciosa Plaza des Vosges que alberga la casa de Victor Hugo. El barrio de Montmartre un lugar especial para pasear, curiosear y después subir en funicular al Sagrado Corazón.

Y si París capital no fuera suficiente existen también diferentes opciones de ocio, cultura y gastronomía visitando lugares no tan conocidos como Vaux-le-Vicomte, Champs-sur- Marne o Malmaison.

Ruta de los vinos de Cahors

Y para los amantes del buen vino nada mejor que disfrutar en Semana Santa de la Ruta de los Vinos de Cahors en un viaje por las tierras de la provincia de Lot, al norte de Toulouse, donde entre otras cosas la gastronomía tiene un sitios privilegiado gracias a la trufa, el foie gras, el cordero y el vino Cahors Malbec.

Esta ruta turística es un recorrico por la provincia de Lot para conocer Cahors y Saint-Cirq-Lapopie. Famoso el vino de Cahors invita a los viajeros a conocer las peculiaridades de su vino.

El recorrido incluye una visita a la Villa Cahors Malbec, en el centro de Cahors, con un viñedo antiguo donde es posible degustar el vino tinto pero también hacer una cata de otra categorías de caldos y asistir a clases de enología y conferencias.

Una segunda etapa de esta ruta de los vino lleva al Château de Haute-Serre, un lugar fantástico, a tan solo 20 minutos de Cahors y con una amplia oferta enoturística que propone. Aquí es posible apreciar las etapas de elaboración de un gran vino y degustación.

Por último, una visita a Saint-Cirq-Lapopie, un pueblo pintoresco a solo 30 minutos en coche de Cahors y donde se encuentra una fortaleza con una rica historia y desde donde se puede admirar el pueblo medieval y el valle del Lot, sus embalses, puertos y el famoso camino de sirga, que recuerda las épocas de gloria que fue floreciente.

Midi-Pirineos

Quienes visitan Francia no pueden dejar de recorrer sus hermosas regiones, colmadas de bellos paisajes que se entremezclan con antiguos castillos y abadías, rodeados de montañas, bosques y lagos, creando un espectáculo único de belleza y elegancia.

En el corazón mismo del sudoeste de Francia, se encuentra Midi- Pyrénées, formando la mayor región de ese país.

Con paisajes naturales diversos que recorren desde los Pirineos hasta llegar al hermoso Valle de Dordoña y desde Gascuña hasta los magníficos desfiladeros del Tarn, la riqueza de un patrimonio cultural e histórico deslumbra a quienes la recorren.

La cadena de los Pirineos con gran cantidad de yacimientos prehistóricos, los hermosos senderos montañosos, el arte y la cultura románica, los caminos de Santiago de Compostela, el bello Canal del Mediodia, fiestas, gastronomía, castillos, mercados y leyendas se congregan para hacer una estadía maravillosa a los viajeros que recorren la región.

Así, puede visitarse Saint-Bertrand de Comminges con su hermosa Catedral, hacer un paseo por el Canal del Mediodia, recorrer la ciudad rosa Toulouse que tiene modernidad y un extenso patrimonio histórico.

Los Altos Pirineos que invitan a conocer sus cumbres nevadas, Ariège que nos muestra su naturaleza protegida, Aveyron con las gargantas de Tarn y la meseta volcánica de Aubrac son todos sitios inolvidables y que hay que visitar.

Con gran cantidad de castillo nos deleitaremos en Gers, que nos regala sus fiestas tradicionales y sus pintorescos mercados. También es visita obligada el famoso pueblo de Rocamadour con sus pinturas rupestres y su pueblo colgado Saint-Cirq-Lapopie.

En tanto que en Tarn hallaremos diversidad de bellos paisajes y una arquitectura espléndida, o descubrir el magnífico pueblo de Bruniquel y la Abadía de Moissac un espectáculo inolvidable.

Toda esta región es de una belleza indescriptible y es necesario tomarse de unos días para recorrerla y poder disfrutar de todo lo que tiene para ofrecer al turista ávido de bellos paisajes, cultura, historia y gastronomía sorprendentes.

Navidad en Francia

En Francia el festejo de la Navidad sigue las tradiciones más antiguas, que de generación en generación han ido pasando y llegan hasta nuestros días como un legado cultural inestimable.

Tanto los tradicionales conciertos, como los pintorescos mercadillos navideños y la cena de Navidad son parte de esta cultura.

Sin embargo, algunas regiones de Francia se han visto influenciadas por otras culturas como la germánica,  en la zona de Lorena y Alsacia, donde en vez de Papá Noel llegando la noche del 24 de diciembre aquí hace su aparición el 6 de diciembre y su nombre es San Nicolás. El espíritu navideño es contagioso y mucho antes de la Navidad comienzan los festejos mucho antes, ya que el 25 de noviembre es el día de Sainte Catherine.

Ya en París, las tradiciones no se encuentran ligadas a la cultura germana y los niños esperan ansiosos el arribo de Papá Noel (Pére Nöel), que los colmará de obsequios.

Diferentes adornos son utilizados en las distintas regiones de Francia, además del árbol de Navidad se arma un crêche (similar al belén) y en otros lugares son figuras de arcilla las que adornan el pesebre.

Uno de los paseos más bonitos es visitar los mercadillos, existe uno muy famoso que es el de Moirans-en-Montagne, conocida como la capital francesa del juguete.

Así,  desde el 13 y hasta el 15 de diciembre todo el Parque Natural Regional de Haunt-Jura se transforma en un paisaje de libro de cuentos, con un enorme bosque con Papá Noel incluido. El mercadillo instalado allí es el que ofrece desde juguetes hasta los típicos adornos para el armado del árbol, además de un delicioso vino caliente.

En tanto París, siempre elegante y llena de luz , año a año a año se ilumina aún más para recibir la Navidad, todas sus calles son adornadas con guirnaldas, luces y los árboles ganan una decoración especial.

La famosa Torre Eiffel es testigo de cientos de personas que patinan sobre el hielo en una pista especial que se instala allí para esa época.

La Navidad en Francia se celebra con festividades familiares, comidas especiales y la apertura de regalos en la noche del 24 de diciembre. Muchas ciudades también decoran calles y plazas con luces festivas. La cena de Nochebuena en Francia a menudo incluye platos tradicionales como pavo, ostras, foie gras, mariscos, y una variedad de postres como la bûche de Noël (tronco de Navidad).

Las tiendas y almacenes se colman de personas haciendo sus compras en el Centro Comercial Lafayette siempre con una bonita decoración y un inmenso árbol de Navidad en la entrada.

Otro famoso mercadillo es el de Les Cabanes de Montparnasse, donde es fácil encontrar bonitos y originales presentes.

La Navidad en Francia es maravillosa y quien tenga la posibilidad de disfrutarla allí guardará ese recuerdo por siempre.

Foto Fuente Robert Amsterdam

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